Las fuentes

Extracto del informe de Juan Manuel de a Gala
En 1772, el contador de la mesa capitular de Arequipa, Juan Manuel de la Gala redactó el “Reglamento y método con que se devía proceder a la formación de quadrantes, de los partidos que se rematan y administran…” en el que se revelan los detalles del cobro y la distribución de la renta decimal del obispado de Arequipa. Nos interesa la primera parte. Gala señaló que el cobro se organizaba, como en otras partes, a través de la división del obispado en partidos, circunscripciones levantadas a partir de la capacidad de producción de los distintos valles de la región. La singularidad del caso arequipeño, que se observa en las fuentes, y que el informe de Gala rubrica en forma meridiana, es que hacia 1772 sólo se remataban 17 de los 24 partidos por entonces existentes, pues la Iglesia no sometía a subasta la recaudación los del vino de Vítor, Majes y Moquegua, ni las de maíz, trigo, papas y chauchas de la ciudad de Arequipa, que se cobraban directamente en especie.
         Los diezmos de Arequipa nos ofrecen entonces dos vetas de información, la primera referida al arqueo de la masa recaudada, consignada en los cuadrantes decimales, y la otra correspondiente al cobro directo, para lo cual se mandaba preparar tazmías, que en el caso del vino de Vítor, Majes y Moquegua.
Extracto de la tazmía de Vítor de 1803
         Los cuadrantes decimales ofrecen información detallada de la recaudación de los diezmos en todo el obispado, sea ésta en especie o en dinero (es decir, por la vía de los remates). Es el resumen anual de la contabilidad de la masa decimal. Las tazmías, que constituyen la columna vertebral de este libro, son las relaciones pormenorizadas de la producción que llevaban a cabo agentes rentados de la Iglesia, con el objeto de calcular el cobro en especie, y sobre esa base, el monto del diezmo. Estos documentos consignan el nombre del propietario, el nombre del arrendatario o apoderado –si fuera el caso–, así como el total de la producción anual de cada una de las haciendas. En el Archivo Arzobispal de Arequipa se pueden encontrar series casi completas de las tazmías de Vítor, Majes y Moquegua, desde aproximadamente 1770 hasta comienzos de la década de 1850.
         Juan Antonio Quintanilla, tazmiero de Moquegua, en el encabezado del documento correspondiente al año de 1773, describe el procedimiento:

“…y en presencia de dicho Notario prolixa y puntualmente he registrado las Bodegas de los susodichos Hazendados y que antes de esto y he obligado a que hagan juramento por Dios Nuestro Señor y una Señal de la Cruz de las votijas de vino que han cogido regulando las que producen los aguapiés y pasas que se hazen el cuerpo de dicho vino lo que han hecho y executado para que ansi baya con toda claridad cada partida con el Nombre de a quien pertenece para su regulación dando principio por dichos pagos en la forma y manera siguiente…”.